DESARROLLO HUMANO Y ENSEÑANZA
Ésta es una bella metáfora, pues logra que a
través de una imagen natural podamos cons-
truir un concepto distinto a la historia que le
da origen. Lo bueno del uso de las metáforas
como estrategia de aprendizaje es cuando te
dicen: “Con esto nunca se te va a olvidar qué
es…”. Y efectivamente así resulta, al pregun-
tarme: “¿Qué es resiliencia?”, ¡es que pienso
en el bambú…! (Capacidad de salir fortale-
cido de un evento traumático).
LA
METÁFORA
COMO MEDIO DE ENSEÑANZA
¿Qué es una metáfora? para la Real Academia del Español es:
Figura retórica de pensamiento donde la realidad o los conceptos se expresan a través de
alternativas diferentes, con los que lo representado guarda cierta relación de semejanza.
Así, “la primavera de la vida” es una metáfora de juventud.
Durante el proceso de coaching es importante acompañar a través de las metáforas para que
el coachee logre un aprendizaje significativo y de largo alcance.
En su libro “El corazón es un resorte” de Pablo Boullosa, -a quien te recomiendo leer am-
pliamente-, nos dice que la metáfora es una manera sutil, poética y didáctica de aprendizaje.
Muchas veces nos preguntamos cómo explicar un concepto que sea entendible para la au-
diencia. Algunas veces recurrimos a la repetición en la certeza que se fijará en algún momen-
to. El hecho es que de no lograr una “transferencia” positiva y significativa, muy poco obten-
dremos repitiendo hasta el cansancio. Sin embargo, muchos de los modelos de aprendizaje
están basados precisamente en la repetición, de tal manera que se fundamentan en ciclos.
En cada iteración reflexionamos, conceptualizamos y actuamos de formas diferentes, hasta
que la introspección reflexiva y el actuar efectivo hacen que el conocimiento se convierta en
“significativo”, es decir, que conlleve un significado para nuestra vida.
-“Cuando en una tormenta, un bambú es capaz de doblarse sin romperse, y de regresar a su
posición erguida, una vez pasada la tormenta pero fortalecido de ello, eso es resiliencia”
Identifica el objeto o la idea central sobre lo
que tú estás escribiendo. Por ejemplo, supón
que estás tratando de describir una puesta de
sol. Identifica lo que tú quieres comunicar:
que lo dé a entender fuertemente. Entonces
decides que la idea de "pintar" sería una bue-
na manera para comunicar la belleza de la
puesta de sol.
Construye una frase con la que conectes la
idea de plasmar colores con la puesta de sol.
Por ejemplo, podrías escribir o decir, "La
puesta de sol pintó el cielo con colores vi-
brantes que danzaban como velos sobre un
telón luminoso."
¡Felicitaciones! Acabas de usar el verbo pin-
tar para describir metafóricamente el cre-
púsculo.
-“Cuando en una
tormenta, un bam-
bú es capaz de do-
blarse sin romperse,
y de regresar a su
posición erguida,
una vez pasada la
tormenta pero for-
talecido de ello, eso
es resiliencia”
Al usar metáforas cuando escribes y hablas
te permitirá comunicarte más eficazmente y
en una forma más interesante. Quizá la me-
táfora es la manera más accesible para que
el otro abra su corazón al aprendizaje. La
metáfora es sutil, amable, suave como la ca-
ricia más preciada. Palabra de mujer. Hasta
la próxima.
Autor: Teresita García-Adame| Máster en Desarrollo Organizacional y Humano
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