REALIDADES E INTERPRETACIONES
El lenguaje nace de la
interacción social entre los
seres humanos que se da en
la constitución de un
dominio consensual.
CULTURA
Me refiero aquí a cultura como proceso de la evolución humana
que se da en la interacción social. En esta interacción se manifies-
tan una serie de señales, signos, simbología, que son aceptadas y
se van convirtiendo en parte habitual, del día a día, siendo con el
tiempo naturalizadas por los grupos socio-culturales y que se irán
repitiendo en el tiempo de generación en generación convirtién-
dose en la verdad absoluta.
HISTORIA PERSONAL
La historia personal está relacionada con nuestro crecimiento, la
manera en que fuimos educados, cómo nos enseñaron a condu-
cirnos socialmente, de nuestro origen social, nuestra raza, etc.,
cada vez que opinemos a cerca de una situación nuestra mente
realizará un viaje al pasado y proyectará en el presente, y esto será
lo que nos condicione en nuestra opinión.
Un ejemplo que me parece muy típico de esta situación es que a
los niños cuando nacen (al menos en la cultura argentina a la que
pertenezco) los vistan de color celeste si es niño o de color rosa
si es niña. Hay una estructura mental que está naturalizada desde
muchas generaciones atrás. En algún momento se naturalizó en
el colectivo social esa simbología y sigue conservándose aunque
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algunas personas intentan cambiar esa estructura.
BIOLOGÍA
Nuestra relación con el mundo nos dice que todo lo que vemos
a nuestro alrededor nos produce cambios a nivel interno. Con
respecto a esto Maturana y Varela coinciden en que: “El mundo
exterior sólo produce perturbaciones a nuestro sistema nervioso
ya que la percepción de las personas se determina por la propia
estructura de su sistema nervioso.” Los autores definen al sistema
nervioso como un sistema cerrado por lo que consideran que to-
das nuestras experiencias no provienen del mundo exterior sino
desde adentro nuestro.
Si dos personas con diferentes capacidades biológicas observan
lo mismo, quizá haya diferencias en lo que están viendo. Esto no
significa que lo que es diferente sea el mundo exterior, sino que
la diferencia depende de que en cada persona las biologías son
distintas.
Bibliografía
Maturana, H. y Varela, F.: El árbol del conocimiento. Editorial Universitaria,
Stgo. De Chile, 1998
Echeverria, Rafael: Ontología del Lenguaje, 1ª ed. Reimp. – Buenos Aires: Gra-
nica: Juan Carlos Saez, 2006.
Fredy Kofman: Mentamanagement– 1ª ed. – Buenos Aires: Grito Sagrado Edi-
torial de Fund. De Diseño Estratégico, 2008.