ATERRIZAJE HUMANISTA
Las personas que apoyaron (y siguen
apoyando) con “manos”, alimentos,
enseres, etc., no recibieron, ni
pidieron dinero a cambio de
efectuar tales acciones,
entonces, ¿por qué el dinero sigue
siendo una condicionante respecto de
nuestras acciones, realización y
desarrollo humano? Fácil, entre
todos, salvo contados casos en el
mundo, seguimos manteniendo y
permitiendo que el empoderamiento
sobre el dinero impere.
ridad de otros, fueron claramente mayores posterior al segundo
terremoto, que para esa ocasión causó grandes daños en la capital
del país.
No es que en Oaxaca, Chiapas, Morelos y otras locaciones no haya
habido desastres originados respecto de los siniestros, ni que tales
poblaciones vivan incomunicadas, sin embargo, el eco generado
ahí es bastante menor del eco generado en la capital del país.
Aún con todo es importante destacar que sigue habiendo presen-
cia de humanismo en nuestro espíritu, no hemos llegado a perder
la sensibilidad ni el sentido de solidaridad. ¡Gracias a Dios!
2 vertientes, diferentes tipos de empoderamiento.
Sí, 2 vertientes.
• La primera, esa reactividad que tenemos para solidarizarnos
con otros cuando nos enteramos de la desgracia ajena. Con ello
todos nos permeamos de la solidaridad, se rompen los paradig-
mas que tenemos respecto de la imposibilidad de compartir de-
bido a nuestras “limitaciones económicas” y cada quien apoya de
alguna manera de las muchas en las cuales le es posible.
• La segunda, se evidencia muy claramente y de cruda manera
nos muestra cómo hemos mantenido entre todos y en todo el
mundo un dañino empoderamiento sobre el dinero, lo cual ha
repercutido en consecuencias lamentables. Me atrevo a decir que
gran parte del empoderamiento dado a ese aspecto nos ha deshu-
manizado, nos ha hecho más reactivos que sensiblemente previ-
sivos y nos ha creado infinidad de paradigmas.
muchos por ayudar a otros, que humanitariamente hablando so-
mos muy reactivos. El alcance de este calificativo no es solamente
aplicable a la sociedad mexicana, vaya usted a saber hasta dónde
esto tenga presencia, el caso es que lo considero muy latente.
Mediante redes sociales y medios de comunicación independien-
tes y tradicionales ha sido posible saber un poco de la verdad tras
las diversas tragedias acontecidas a principios y mediados de Sep-
tiembre derivadas de 2 terremotos. Aunado a la verdad, también
se han emitido muchos rumores, mitos y hasta desinformación.
El caso es que fue muy notorio que la mayor información fue ge-
nerada en torno a la capital mexicana, la mayoría de las imágenes
que dieron la vuelta al mundo y que per se clamaban por la solida-
Las personas que apoyaron (y siguen apoyando) con “manos”, ali-
mentos, enseres, etc., no recibieron, ni pidieron dinero a cambio
de efectuar tales acciones, entonces, ¿por qué el dinero sigue sien-
do una condicionante respecto de nuestras acciones, realización
y desarrollo humano? Fácil, entre todos, salvo contados casos en
el mundo, seguimos manteniendo y permitiendo que el empode-
ramiento sobre el dinero impere.
Conclusión.
No podemos evitar del todo el impacto de los siniestros naturales
en nuestras vidas, pero sí tenemos en nuestras manos la manera
de cambiar el rumbo de la humanidad. Sólo he hablado de 2 tipos
de empoderamiento, sin embargo, es importa