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LA ENTREVISTA nes, federaciones, pero no mezclador de cualquier cosa. Me distingo provocador pero hoy descreo con compasión de los grupos que en nombre del coaching le lla- man “provocar” a exigir adoctrinamiento en nombre de tu crecimiento. Eso está en extinción. Fernando tu desayunas, comes y ce- nas coaching, es decir, ¿Vives siendo coach todo el tiempo? No. Claro que pasar por una formación de coaching y el practicar el coaching, va modificando tu manera de escuchar, ver y sentir, eso está presente en mi todo el tiempo, ya que no es algo que me pueda quitar y poner, no es un sombrero, eso es algo que estoy siendo. En el ámbito personal aprendí que me puedo construir y reconstruir las veces que sean necesarias y que los dolores son los grandes trampolines de evolución para uno mismo. En el ámbito profesional el gran aprendi- zaje que me deja es que yo no puedo ha- cer que las cosas ocurran para los demás, solamente puedo traer al juego el contexto para que otro conecte con su propia gran- deza. Y en el ámbito espiritual… bueno, ahí lo que me ha conectado con la espirituali- dad no es el coaching. De alguna manera la espiritualidad tiene que ver con sentirse parte de algo más grande y en mi caso per- sonal el camino a la espiritualidad, no ha sido a través del coaching. Pero no estoy actuando como un coach todo el tiempo. No me exigiría semejan- te tarea, y si en algún momento cometí el error de hacerlo, pagué las consecuencias de haberlo hecho.   –Me siento afectado cuando juzgo que no recibo el cariño de la gente que yo quiero. Sé que el amor no es bilateral, que dar es- perando recibir es control, no amor. Pero eso lo sé a nivel intelecto. Creo que es algo a desaprender constantemente. A veces sigo priorizando lo urgente sobre lo importante y te puedo hacer una lista enorme jajaja…, y todavía muchas veces racionalizo por encima de la experiencia, le pongo mucha mente a ciertas situacio- nes, en especial, aquellas que siento que se me van de las manos y me cuesta un po- quito entregarme a ese tipo de situaciones. ¿Existe alguna conducta que produz- El mejor libro que hayas leído. ca malestar, que siga prevaleciendo ¡Uuuy! ¿Tiene que ser uno? en ti a pesar de ser coach? ¿Cuál es el mayor aprendizaje que el coaching ha dejado en tu vida en el ¡Sí! Sí claro que sí. ámbito personal, profesional y espi- La ceguera de uno mismo va a estar siem- ritual? Uff… Woow! Estas son las preguntas que te sacan el woow… jaja…. –Me enoja el dogmatismo. (...) “Aprendí que me puedo construir y reconstruir las veces que sean necesarias y que los dolores son los grandes trampolines de evolución para uno mismo” ¿Cuáles podrían ser las consecuen- cias de vivir siendo todo el tiempo un coach? Discriminar posibilidades por definirme en función de una práctica. Encerrarme en un modelo cegándome a recursos, prácti- cas y conocimientos por fuera del modelo. Poner la máscara de coach por encima de Fernando. Que las personas no se relacio- nen con Fernando, se relacionen con el coach. Y claro, eso quita naturalidad, pro- fundidad, conectividad. También parte de los costos han tenido que ver con matar relaciones por exigirme y exigir que las relaciones sean “coachísti- camente” correctas jajaja. un nivel de conciencia más amplio en re- lación a esas conductas, pero, claro que las tengo, a veces me es facil distinguirlas y otras no. pre. La clave es hacerse responsable con la ceguera. A mí el coaching me invita a ser responsable con mi ceguera, lo cual te da Los que quieras. “El maestro” de Sri Sri Ravi Shankar, “Conversaciones con Dios” de Neale Do- nald Walsch, Un libro que me encantó quizá es el d