Una revolución verdadera implica que una fuerza transformadora ilumine la siquis de los pueblos .
Cuántas veces su maestro el prócer Francisco de Miranda le había expresado que una sola persona , bastante valiente como para realizar un cambio sicológico en sí mismo , podría convertirse en un faro de luz y amistad para muchos . Ese ambiente de ideales compartidos lo llevó a editar a don José de Antepara , junto a Francisco de Miranda , ¡ un pequeño periódico que apareció en la primavera de 1810 en Londres , editado en español !
Imaginemos el esfuerzo cuando cada línea se armaba con tipos o letras metálicas por tipógrafos ingleses . Cuánto esfuerzo de supervisar la edición .
El título de periódico fue “ el colombiano ” palabra que por primera vez se escuchaba en los círculos literarios y políticos .
Obviamente que se refería al nuevo mundo que vio llegar a Colón … El periódico solo duró dos meses , mas en su efímera vida llegó a las capitales americanas de mano en mano avivando el fervor emancipador que nacía y crecía con mayor fuerza cada día …
Maestro y discípulo se despidieron . Antepara cuidó con gran celo el diario de Miranda y su epistolario se salvó así para la posteridad . Siempre mantuvo el recuerdo de su enseñanza .
Cuando volvió a Guayaquil fue el alma del movimiento
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