65LA CIUDAD DE LAS CASAS DE MADERA_1 | Page 68

que intervenir el Procurador General quien ordenó “ hacer un repeso …!”
Las noches venían tranquilas aquel mes de enero , con una alfombra de grillos de estación .
En los portales se jugaba baraja española a veces hasta la madrugada , matizada por el canto de los gallos .
La Iglesia de Santo Domingo era de madera con una torrecita central , que servía de campanario .
Cuando llegaba abril había que hacer la fiesta del Corpus Cristi y había que preparar un tabla estacado para aplanar el terreno cerca de la orilla , que se lo conoció como la planchada , para lo cual se trajeron los árboles del bosque de Bulubulu .
El río Bulubulu , ya era famoso por sus grandes desbordes en los lluviosos inviernos .
La planchada serviría como muelle de desembarque de allí para adelante .
Sea lo que sea , a través de todas las dificultades y de obstáculos causados por la lucha por la vida , Guayaquil continuó su marcha , quizás instruida por un principio superior de inteligibilidad … quién sabe .
Es cierto que , en la aurora de nuestra civilización , la ascensión humana se hizo en dos direcciones : la una vía hacia la razón que caracterizó el camino de la ciencia y la otra hacia el desarrollo intuitivo más allá de la razón que siguió el camino del arte .
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