LA EXPOSICIÓN
Después de requisar miles de piezas de los museos de toda Alemania para la exposición, la comisión volvió a visitar la mayoría de los museos ese
verano para requisar nuevas obras, el saqueo duró hasta 1938, las obras procedentes de la exposición Entartetekunst y las de la segunda vuelta fueron enviadas a Berlín a un almacén, fueron inventariadas y Goebbels creó otra comisión para la
“eliminación” de las obras, esta “eliminación” consistía en decidir que obras se iban a vender y a
qué precio en mercados extranjeros, sobre todo en
Suiza y que obras serían destruidas, hay que tener
en cuenta que algunas de estas obras pasaron
directamente a manos de algunos gerifaltes nazis.
La exposición se montó en un edificio que anteriormente había ocupado el Instituto de Arqueología,
en menos de dos semanas se colgaron de cualquier manera los cuadros y se expusieron las esculturas, mal iluminadas, muchas sin marcos y las
paredes graffiteadas con burlas acompañadas de
etiquetas escritas a mano con el nombre del artista, título, museo de procedencia y precio de la adquisición.
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