sión equivalía a la inhabilitación permanente.
Goebbels montó toda una organización burocrática con una estructura militar para velar por la vida
cultural de los ciudadanos del Reich, un hecho sin
precedentes históricos.
Hay que tener en cuenta que los años que precedieron al ascenso de los nazis al poder, fue una
época de florecimiento del arte moderno en Alemania; grupos de artistas como Brücke (Puente),
Blaue Reiter (El jinete azul), el expresionismo alemán, Dadá, Bauhaus…todo fue perseguido como
“no alemán”, marxista, judío o bolchevique. Al arte
de vanguardia se le equiparaba a la locura, a la
degeneración.
La Deutcher Kunstbericht, un informe del arte alemán de Goebbels del año 1933, nada más tomar
el poder, sentó las bases de todo lo que vendría
después:
Todos los trabajos de naturaleza cosmopolita o bolchevique deben ser retirados de los
museos alemanes, primero deben ser expuestos
al público que debe ser informado de los detalles de su adquisición y a continuación deben
ser quemados.
Todos los directores de los museos que
“desperdician” el dinero público comprando
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