598 Merz en la Isla de Man, El pintor plano y redondo | Page 10

En el año 1939 había en la Gran Bretaña 77.000 refugiados procedentes de Alemania, Austria y Checoslovaquia, solo cuando empezó la guerra se detuvo esta corriente migratoria. Al inicio de la guerra el planteamiento de expatriar a los ciudadanos extranjeros se vio inviable pues suponía una muerte segura. Hubo una campaña periodística intensa tratando de movilizar la opinión pública contra todos los refugiados alemanes y austriacos, tratándolos como espías. Se creó un ambiente hostil y de desconfianza hacia todos los refugiados, incluidos los judíos, temidos como una „quinta columna“ que preparaba la invasión alemana desde dentro, comunistas, pacifistas y judíos podrían ser el caballo de Troya para la invasión alemana de la Gran Bretaña. Ya antes del conflicto la oficina de guerra había elaborado un plan para tratar a los extranjeros „enemigos“, se les agrupó en categorías basados en un rango y posición, la llamada categoría A se asignó a oficiales y caballeros que tenían recursos y la B para el resto. Este sistema fracasó debido a la enorme cantidad de extranjeros involucrados, tuvo que ser sustituido por otro sistema basado en el riesgo que suponían para la seguridad del estado. Los tribunales los clasificaron en tres nuevas categorías; A, los que representaban una amenaza potencial, que deberían ser internados, B, un 10