Brescia, 14 de octubre 1608
Querido Caravaggio,
me dijiste que estarías buscando refugio
en Agrigento, pero hoy nuestro amigo me informa que
estás escondido en Siracusa. El descenso del muro de
la prisión fue mortal para mí, y no sé cómo me las arreglé para llegar a Roma. Supongo que tú también estarás baldado después de esta rocambolesca evasión.
Nuestro amigo me contó que cuando nos separamos
fuiste hacia el puerto y subiste a un barco. Te has escondido tan bien que me ha sido difícil localizarte. Yo
esperé dos días antes de salir de la ciudad. Y cuando
llegué a Roma fui directamente a la dirección que me
diste. Aquel individuo me entregó dinero, documentos y
un cuadro que insisti ́