Brescia, 13 de septiembre 1485
Querido Mantegna,
está muy vivo el recuerdo de nuestro
último encuentro de Florencia en casa de Lorenzo
de Medici. Los dos gozamos de protección y trabajo.
No he olvidado nuestro primer encuentro en Mantua
en la villa del marqués Ludovico Gonzaga cuando tú
estabas terminando los frescos de la sala nupcial.
Estabas impaciente por venir a ver mi obra en Brescia ya que quedaste muy impresionado con mi descripción. No mantuviste tu promesa, sería una buena
idea que vinieras ahora, sería un placer volver a
verte. Me gustaría mostrarte una de tus obras que
he adquirido recientemente, es de una belleza extraordinaria, una verdadera obra maestra en todos los
sentidos; Un cristo muerto yaciente sobre tela, que
mide 66x81. Es necesario que le eches un vistazo al
rostro de la mujer que llora en la parte superior izquierda pues está muy dañado. Traté de restaurarlo,
pero no era capaz de continuar sin las pinturas especiales que utilizas y que no puedo encontrar en
ninguna parte. Es algo que tendrás que hacer tú. Si
realmente no puedes venir a Brescia, avísame y te
llevaría el lienzo. Quedo a la espera de tus noticias.
Mientras tanto un cariñoso saludo.
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