3er Reencuentro Generacional FCC REVISTA DE REENCUENTRO | Page 12

momento. En el hotel La Esperanza Inn se puede organi- zar desde una tranquila junta de trabajo privada hasta una tardeada familiar al lado de la alberca asando sus cortes favoritos bajo la sombra de unos frondosos árboles. Una vez instalados en las habitaciones, qué mejor que dis- frutar del sabor pueblerino con unas deliciosas quesadillas en el restaurante Emilianos ubicado en el cruce de Morelos y Juárez. Ahora a quemar las calorías consumidas con una caminata por las calles del pueblo y gratamente encontrar hermosos paisajes conformados por la vegetación del lu- gar, las pequeñas mariposas revoloteando en los arbustos, los portones, cerrojos y ventanas que nos trasladan al pa- sado, o simplemente por los pequeñines oriundos del pue- blo que afortunadamente todavía pueden andar por las calles con seguridad y libertad. El pueblo se abastece del ma- nantial del Cañón del Marques de Aguayo y tiene como principal actividad econó- mica la agricultu- ra, con estos an- tecedentes la tarea fue andar las tranquilas ca- lles en busca de las acequias, ár- boles frutales y de los negocios locales que pro- ducen de forma artesanal diversos productos naturales de la región. El resultado de este recorrido fue un bolso lleno de conservas de higo, dulces de leche con nuez, típicas conchas y semitas, además de los aguacates criollos, gra- nadas y chile chilaca; pero sobretodo un corazón lleno de emociones únicas y una mente con recuerdos inolvidables. En nuestro recorrido llegamos a la calle Abasolo, entre Ma- riano Matamoros y Guadalupe Victoria, donde Don José Luis Mendoza, oriundo de Lamadrid, compartió algunas de sus vivencias y del estilo de vida en este lugar. A sus 76 años de edad, continúa siendo una persona muy activa, de hecho nuestra llegada provocó que interrumpiera la limpie- za que andaba haciendo del terreno con una máquina a pre- sión, y estaba con los prepara- tivos para una reunión que tendría en una semana con visitantes de diferentes partes de México y EUA, co- mo parte de las ac- tividades de la igle- sia a la cual él per- tenece. Después de una muy agradable conversación, Don José Luis nos invitó a regresar con más tiempo para llevar- nos a recorrer los senderos del Cañón del Marqués de Aguayo. En la esquina de Morelos e Ignacio Aldama todo visitante podrá encontrar la casa de Doña -------------, donde se pro- ducen y venden conservas de los diferentes frutos de la región así como deliciosos panes para disfrutarlos con un rico café o taza de chocolate. En la calle Victoria, la casa con el número 527 ofrece la oportunidad de adquirir dulces de leche con nuez, higo y otros frutos. Ya sea al entrar o salir del pueblo, el cruce de las calles de Morelos y Miguel De la Madrid es inevitable, ahí pudimos comprar aguacates criollos, unas jugosas y dulces grana- das, al igual que unos chiles chilacas, todos ellos cosecha- dos por su dueño. Cuando visitamos este tipo de lugares en nuestro país, lo más importante al hacer nuestras com- pras es la activación de la economía del pueblo y con ello el crecimiento. Otro gesto de amabilidad y atenciones fue el que nos brin- dó Don Poncho y su familia al invitarnos a conocer su casa acondicionada y decorada con muebles, utensilios y herra- mientas que por sí solas hablan de la historia de sus habi- taciones y comparten los recuerdos de la familia. Esta casa se encuentra ubicada en la calle Zaragoza, donde topa Francisco I. Madero frente a la plaza principal. Enrique, Maricela, la pequeña Debanhí y una servidora necesitábamos traernos imágenes de este bello pueblo,