Capítulo XVII
Magia en el instituto
Un día me acerqué a una zona del instituto que nunca había visitado. Siempre me había llamado la atención porque estaba cerca de la puerta de entrada, pero su nombre no me inspiraba confianza “tecnología”.
¿Qué sería lo que me esperaba?
Siempre fui muy valiente, pero esta vez me podían los nervios. Crucé la puerta. La clase estaba llena de chavales mirando dentro de una especie de cajas negras que debían ser muy interesantes porque se les veía muy aplicados y entretenidos. Me asomé a una de ellas y pude ver un artilugio de guerra que habían logrado meter dentro de aquella caja. ¡Era una catapulta!¡Cuántas veces las había visto en mis viajes por tierras castellanas, helándoseme la sangre al pensar en su poder destructor! ¿Acaso esta generación había logrado acabar con las disputas entre los grandes reinos? Puede que ya no fueran necesarias y las hubieran logrado encoger y meter en aquella especie de caja. ¡Seguro que era magia! En mi tiempo hubieran llevado a la hoguera a quién osara revelar tal destreza. Aquí os dejo una prueba de lo que vieron mis ojos.