20 Poemas de Amor 20 POEMAS DE AMOR Y UNA CANCIÓN DESESPERADA | Page 10
La hora del estupor que ardía como un faro.
Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego,
turbia embriaguez de amor, todo en ti fue
naufragio!
En la infancia de niebla mi alma alada y
herida.
Descubridor perdido, todo en ti fue
naufragio!
Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo.
Te tumbó la tristeza, todo en ti fue
naufragio!
Hice retroceder la muralla de sombra.
anduve más allá del deseo y del acto.
Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí,
a ti en esta hora húmeda, evoco y hago
canto.
Como un vaso albergaste la infinita ternura,
y el infinito olvido te trizó como a un vaso.
Era la negra, negra soledad de las islas,
y allí, mujer de amor, me acogieron tus
brazos.
Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el
milagro.
Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme
en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus
brazos!
Mi deseo de ti fue el más terrible y corto,
el más revuelto y ebrio, el más tirante y
ávido.
Cementerio de besos, aún hay fuego en tus
tumbas,
aún los racimos arden picoteados de pájaros.
Oh la boca mordida, oh los besados
miembros,
oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos
trenzados.
Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo
en que nos anudamos y nos desesperamos.
Y la ternura, leve como el agua y la harina.
Y la palabra apenas comenzada en los labios.
Ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo,
y en el cayó mi anhelo, todo en ti fue
naufragio!
Oh sentina de escombros, en ti todo caía,
qué dolor no exprimiste, qué olas no te
ahogaron.
De tumbo en tumbo aún llameaste y
cantaste
de pie como un marino en la proa de un
barco.
Aún floreciste en cantos, aún rompiste en
corrientes.
Oh sentina de escombros, pozo abierto y
amargo.
Pálido buzo ciego, desventurado hondero,
descubridor perdido, todo en ti fue
naufragio!
Es la hora de partir, la dura y fría hora
que la noche sujeta a todo horario.
El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa.
Surgen frías estrellas, emigran negros
pájaros.
Abandonado como los muelles en el alba.
Sólo la sombra trémula se retuerce en mis
manos.
Ah más allá de todo. Ah más allá de todo.
Es la hora de partir. Oh abandonado.
YENIFER RENTERIA DE LA HOZ
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