Los principios básicos de la arquitectura sustentable incluyen:
La consideración de las condiciones climáticas, la hidrografía y los ecosistemas del entorno en que se construyen los edificios, para obtener el máximo rendimiento con el menor impacto.
La eficacia y moderación en el uso de materiales de construcción, primando los de bajo contenido energético frente a los de alto contenido energético
La reducción del consumo de energía para calefacción, refrigeración, iluminación y otros equipamientos, cubriendo el resto de la demanda con fuentes de energía renovables
La minimización del balance energético global de la edificación, abarcando las fases de diseño, construcción, utilización y final de su vida útil.
El cumplimiento de los requisitos de confort higrotérmico, salubridad, iluminación y habitabilidad de las edificaciones.
La eficiencia energética de los materiales es indispensable en esta concepción de la arquitectura, y el ahorro y la facilidad de captura de energía inclusive de generación de esta.
Tomando en cuenta el concepto del desarrollo sostenible con respecto a materiales y energía se visualizan tres principios:
El análisis del ciclo de vida de los materiales;
El desarrollo del uso de materias primas y energías renovables;
La reducción de las cantidades de materiales y energía utilizados en la extracción de recursos naturales, su explotación y la destrucción o el reciclaje de los residuos.
Entre las estrategias de diseño sustentable se encuentran la calefacción solar activa y pasiva, el calentamiento solar de agua activo o pasivo, la generación eléctrica solar, la acumulación freática o la calefacción geotérmica, y, más recientemente, la incorporación en los edificios de generadores eólicos, tomando siempre en cuenta el calentamiento y enfriamiento eficiente de los materiales, y no olvidando la combinación entre estos y los espacios de intercambio de calor como son las ventanas.
El impacto ambiental del diseño edilicio, su construcción y operación son enormes. Como ejemplo, los edificios en los Estados Unidos son responsables del 39% de las emisiones de CO2, del 40% del consumo de energía primaria, el 13% del consumo de agua potable y el 15% de PBI por año.
Rascacielos y Arquitectura Verde
La arquitectura verde no se refiere sólo a la implantación de vegetales y plantas en construcciones y edificaciones urbanas, como se ha considerado tradicionalmente, sino también a la dedicación de técnicas basadas en la sostenibilidad y energías renovables. El término verde no sólo es el de las plantas, sino el color de todo un movimiento a favor cuidar el medio ambiente y por tanto nuestra vida, nuestro planeta. Por lo tanto se tomarán recursos del edificio, edificios que tendrían áreas como cualquier tipo de departamentos y establecimientos, pero con autosuficiencia con energía renovable y no contaminante, conservación de recursos (materiales, agua, energías). - Principio de las tres “R”: reciclar, recuperar, re-usar. - Análisis de la gestión del ciclo de vida de las materias primas utilizadas, con el objetivo de reducir la generación de residuos y de emisiones GEI. - Uso racional de la energía. - Uso racional del agua. - Incremento de la calidad y salud de vida para el usuario / propietario y la comunidad en la que se asienta (urbanización). - Protección general medioambiental del entorno en el que se asienta
En esta categoría podemos encontrar como uno de los ejemplos más espectaculares el edificio “Dragonfly” (Libélula), creado por el arquitecto belga Vincent Callebaut. El proyecto será llevado a la realidad en la ciudad de Nueva York.
El rascacielos de 132 pisos es una “granja vertical”, en donde se podrá cosechar todo tipo de vegetales y frutas. Funcionará con los sistemas de energía solar, eólica y de recolección de agua de lluvia.
Diana Toscano
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