Antes de la muerte del caudillo liberal, el diario de los Santos ignoraba la disidencia gaitanista.
Apoyaba al partido liberal representado en ese momento por López Pumarejo y no escatimaba esfuerzos en replicar las denuncias de los conservadores frente a la amenaza que representaba Gaitán.
Se declaró gaitanista minutos después del crimen y así fue como evitó quedar en ruinas.