Los más involucrados, que a su vez res-ponden a un perfil de ideas de izquierdas, no piensan necesariamente que el Movi-miento 15-M esté buscando la ruptura con el sistema político actual. Las cues-tiones políticas que más preocupan a este movimiento son: la reforma electoral, la corrupción, además de otras reformas la-borales y educativas, porque afectan de manera directa a los activistas. Otra preo-cupación es el poder de los mercados fi-nancieros y la manipulación de los medios de comunicación. No solo hay una preo-cupación e indignación por el poder polí-tico sino también por los poderes finan-cieros y mediáticos.
Reportaje
LAS personas cambian pero las preocupaciones no
Se puede considerar al 15-M como un mo-vimiento sin líderes ni voluntad de tener-los, que adquiere en la resistencia (frente a los desalojos policiales o la manipulaci-ón de los medios) un motivo fundamental para la implicación, y que da un espacio de expresión para la indignación a una ge-neración. Quienes lo han vivido lo valoran como un espacio de aprendizaje, tanto en procedimientos de toma de decisiones, como en contenidos reflexivos sobre la realidad social y política actual. Aprecian especialmente el mecanismo asamblea-rio, aunque reconocen sus limitaciones, como espacio de participación directa y no delegada, y consideran que es un me-canismo exportable a otros ámbitos de decisión.
9