CULTURA
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POR PABLO SCARPELLINI | LA
El Museo de la Academia de Hollywood inauguró el domingo una exposición sobre la película de Steven Spielberg
Subido durante horas a una embarcación y con la mitad de su equipo de producción vomitando, Steven Spielberg tuvo la nauseabunda sensación de que no volvería a hacer cine nunca más.“ Pensé que mi carrera estaba prácticamente acabada a mitad de la producción”, confesaba el miércoles ante una sala de cine repleta en el Museo de la Academia de Hollywood.
“ Recuerdo que me decían:‘ nunca más te van a contratar. Esta película está muy por encima del presupuesto y de los días rodaje estipulados. Eres un verdadero peligro como director”. Resultó ser justo lo contrario. Tiburón, que acaba de cumplir 50 años de su estreno,
50 AÑOS DE TIBURÓN“ Pensé que mi carrera estaba acabada después de aquello”
se convirtió en la primera cinta en superar los 100 millones de dólares en taquilla en EEUU y en el espaldarazo definitivo a la carrera de uno de los grandes genios del cine universal. El pasado 14 de septiembre el museo inauguró una exposición a gran escala dedicada a ese rodaje: Jaws, The Exhibition.
Spielberg tenía entonces 26 años y solo dos películas de bajo presupuesto en su haber. Con Tiburón se enfrentaba a su primer proyecto de envergadura, una apuesta veraniega que tendría que haber costado cuatro millones de dólares y que se fue hasta los doce. Solo en días de rodaje se pasaron en 100 con respecto a lo previsto inicialmente.“ Simplemente no estaba listo para soportar la cantidad de obstáculos que se nos presentaron, empezando por la Madre Naturaleza”, explica el ganador de tres Oscar.“ Realmente pensé que mi sueño sería adentrarme 19 kilómetros en el Atlántico con un equipo de Hollywood y rodar una película entera con un tiburón mecánico. Pensé que todo iría viento en popa”, apuntaba.
La realidad es que el mecanismo del tiburón se averiaba tanto que obligó al realizador a sugerir más la presencia del animal que mostrarlo directamente. Tantos problemas tuvieron que a Spielberg le ofrecieron cancelar y olvidarse del
“ SIMPLEMENTE NO ESTABA LISTO PARA SOPORTAR LA CANTIDAD DE OBSTÁCULOS QUE SE NOS PRESENTARON, EMPEZANDO POR LA MADRE NATURALEZA”
proyecto.“ Pero nadie quería renunciar. Nadie quería parar”, admite.
La historia de la película está condensada en un meticuloso recorrido a través de varias salas en el museo de la Academia de Hollywood, con 200 objetos relacionados con el filme de 1975. Está la boya roja a la que se agarraba Chrissy Watkins, la primera chica que mata el gran tiburón blanco, la placa de policía del jefe del policía de Amity Island, Martin Brody— interpretado por Roy Schneider—, y la silla de madera que usaba Quint( Robert Shaw), un pescador de tiburones, a bordo de su envejecida embarcación, Orca. �