POR PABLO SCARPELLINI | L. A.
El entusiasmo era palpable en la sala. Que una marca como Ford le dedique atención a un fenómeno cultural de minorías como el lowrider no pasa todos los días. Al descubrirse la sábana que cubría el nuevo Ford Lobo, el aplauso fue mayúsculo en el Santa Mónica Motoring Club. Fue la presentación oficial de un modelo que encaja como un guante en Los Ángeles y en la comunidad latina que comenzó el movimiento allá por los años 40. El estreno supone una interesante y creativa incorporación a su familia de camionetas pickup de tamaño completo, particularmente usando una versión de la joya
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Este modelo V8 Coyote de 5.0 litros de Ford que produce 400 caballos de fuerza representa una viraje sustancial: de las camionetas tradicionales a la camioneta urbana
de la corona: la F-150. Este modelo representa una viraje sustancial: de las camionetas tradicionales a la camioneta urbana, siguiendo la fórmula exitosa establecida por la compacta Maverick Lobo
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introducida el verano anterior.
La F-150 Lobo se distingue a través de un paquete de estilismo integral que transforma la postura y apariencia de la camioneta. La suspensión ha sido rebajada dos pulgadas, mientras que efectos de suelo adicionales crean un perfil aún más agresivo y pegado al pavimento.
El exterior exhibe una estética con elementos de acabado negro que cubren todo, desde las rejillas del capó hasta las puntas del escape y las insignias. La camioneta rueda sobre distintivas llantas negras brillantes de
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22 pulgadas, presenta un prominente capó abombado e incorpora una elegante barra de luces que se extiende por todo el ancho de la parrilla frontal.
Mecánicamente, la Lobo se basa en la plataforma F-150 STX, que se sitúa estratégicamente entre las variantes XL de nivel básico y XLT de gama media. La configuración es bastante específica: los compradores reciben exclusivamente el estilo de
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