Hoy más que nunca parece estar puesto en discusión el rol de las naciones en medio de la revolución que supone el desarrollo de una nueva escala tecnológica con la inteligencia artificial a la cabeza. Muchos se preguntan de qué sirve fabricar automóviles en distintos puntos del globo si a fin de cuentas el único enclave capaz de competir en plazos y en costo para abastecer al planeta de los microchips que hacen mover los vehículos está en China. Frente a esos interrogantes, Argentina parece tener sobre sus hombros el desafío de reconvertir su industria para generar alternativas competitivas de vanguardia global y que permitan generar fuentes de empleo calificado, al margen de la producción primaria. En ese marco, y de la mano del desarrollo agroganadero del país, una respuesta al objetivo de la tecnificación está dada por los emprendimientos agtech, donde el país ya es una potencia aunque debe atravesar varios desafíos para no terminar como furgón de cola en torno al fenómeno.
Entre los días 23 y 27 de septiembre se desarrolló en San José de Costa Rica la tercera edición de la Semana de Agricultura Digital de las Américas que organiza el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), un organismo especializado de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que se enfoca en el desarrollo agrícola y el bienestar rural. En ese marco Argentina y Brasil quedaron ratificados como líderes en el desarrollo de startups en el vertical agtech. Es más, en términos relativos Argentina mete un maracanazo. “Nuestro país tiene hoy 400 startups agtech y Brasil cerca de 1.500. Si hacemos un análisis per cápita, Argentina es top a nivel global, sólo detrás de Israel, el país que tiene mayor cantidad de emprendimientos tecnológicos en relación a su población”, expuso Mayco Mansilla, managing partner de Innveture, uno de los pocos fondos agrifoodtech con impronta nacional que nació al calor de los miembros de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid).
El boom tiene epicentro en el extremo sur santafesino, en línea con un desarrollo que le antecedió al fenómeno agtech: el impulso de la biotecnología, que también muchos consideran como un subgrupo que funciona bajo el paraguas de la agricultura tecnológica. “Hay una serie de elementos que sirven de plataforma global para la tecnología agropecuaria que se hace en Argentina”, indica Mansilla, en contacto con Punto biz. “Casi en línea con ser la capital de la zona núcleo de agro, la provincia de Santa Fe, y Rosario en particular, está cruzada por profesionales formados en la región que encuentran en la soluciones para el agro un terreno fértil. Pero el esquema tiene un particularidad: como faltan muchos actores nacionales que apalanquen el modelo, apenas van pudiendo escalar los emprendedores piensan en un modelo de negocio global y penetran con operaciones en los países de la región –Uruguay, Paraguay y Brasil–. E inmediatamente saltan al hemisferio norte. En cambio, los emprendedores agtech de Brasil se quedan allí. Creo que eso termina siendo un diferencial positivo”, expuso el representante de Innventure.
A la proyección internacional de las iniciativas agtech se le suma la resiliencia a los terrenos fangosos que suponen las políticas productivas sobre las cuales se instalan las iniciativas vinculadas a la agricultura digital. “Argentina está en permanente ebullición, con cambios políticos y económicos muy fuertes. Como profesionales estamos demostrando una gran capacidad de adaptación. Eso es excelente porque nos da una espalda fundamental para operar en mercados externos donde hay mayor estabilidad en los esquemas macro. No obstante, lo que nos dota de mayor talento también penaliza la proyección definitiva del fenómeno”, expresa, por su parte, Bruno Sberna, uno de los socios de Deep Agro, plataforma tecnológica con base en Rosario que comercializa un sistema de aplicación selectiva de herbicidas basada en inteligencia artificial que permite controlar malezas en barbecho y dentro del cultivo. Precisamente Deep Agro es una de las compañías que integran el portfolio de Innventure.
Los desafíos
Así como hay elementos que perfilan al país para encabezar el impulso agtech, hay otras cuestiones que amenazan con hacer fracasar el modelo. “Esta es una de las primeras revoluciones tecnológicas en la historia a la cual llegamos relativamente temprano. A la revolución industrial llegamos tarde, a la de las punto com, a la del software, a todas llegamos relativamente tarde. En este caso tenemos el tiempo de nuestro lado. El tema es que los otros países que compiten con nosotros están con volúmenes de inversión muy por encima de lo que está haciendo Argentina: ahí está el principal desafío”, insiste Mansilla.
En rigor de verdad hay una caída global del financiamiento para startups tecnológicas que había crecido, y mucho, en la salida de la pandemia de Covid 19. Ahora bien, la mayor caída se observa en América Latina, región que atraviesa una coyuntura propia que no ayuda.
“Si bien la merma de financiamiento fue un fenómeno global, al analizar la cuestión por regiones se detecta que la caída de la inversión en agrifoodtech que ha sufrido Europa luego de la cúspide que se generó tras la salida de los más fuerte del Covid, no tiene nada que ver con la caída de inversión que ha sufrido Latinoamérica. Nosotros en esta parte del mundo hemos sufrido más del doble de la caída de inversión de lo que ha podido sufrir Europa, además de que el viejo continente, con gran capacidad de resiliencia, ya está saliendo adelante con mucho aporte de fondos públicos, algo que aquí no sucede”, reflexionó Teresita Di Marco, representante para Latam de The Yield Lab, una red de fondos globales que operan en Asia-Pacífico, Europa, Norteamérica y Latinoamérica, en contacto con Punto biz.
Acostumbrar al productor local
El lastre principal que penaliza el crecimiento de la plataforma agtech argentina es quizás el mismo actor que es germen de su crecimiento. “Hay una realidad empírica: faltan políticas de innovación abierta en las empresas del agro. Las empresas que hacen innovación abierta de forma relativamente bien son pocas”, declara Mansilla para graficar sin preámbulos que “en el cluster de la maquinaria agrícola, sacando una o dos empresas, el resto de la compañías lucen muy conservadoras eligiendo hacer innovación puertas adentro, sin vincularse a los fondos que a su vez apalancan el ecosistema startup”. Es más, reniega de que todavía existen firmas que producen agro máquinas que “hacen la locura de ir a buscar innovación a Europa cuando la pueden encontrar a la vuelta de la esquina”.
“En el país y en la región no tenés apoyo estatal, y tampoco se encuentra la educación del inversor local. En ese contexto el inversor extranjero todavía no se anima a invertir en la región a gran escala, porque mira la región con desconfianza por cuestiones políticas, sociales, culturales. Eso hace que se vaya menguando el flujo de inversión. Hay que activar el círculo virtuoso para tener inversores locales invirtiendo en startups locales”, sostiene Di Marco.
Así en el escenario actual los que tienen capacidad de financiar, de invertir, que están en el sector y que conocen además las necesidades, son muy reacios a acompañar la capacidad creativa de los emprendedores agtech. “Al escaso financiamiento de los protagonistas de la industria del agro se le suma que son sólo cinco los fondos de inversión locales que financian el vertical agtech. Además, que operen específicamente con tickets accesibles como para un productor del campo o una pyme, somos dos particularmente. Ahí está otra debilidad del sistema”, puntualizó Mansilla.
Quienes están cerca de las soluciones tecnológicas para el campo coinciden: “Invertir en el vertical agtech para las empresas del agro no debería ser estratégico, debería ser una necesidad ante el desafío de ser competitivo por costo de producción en un mercado cuya mercadería central es un commodity sin posibilidad de que el productor intervenga en el precio”.
El fenómeno Agtech explota en la región Rosario: potenciales y desafíos
Epicentro agroexportador, el sur santafesino es terreno fértil para las startups ligadas a la agricultura tecnológica. Pelea por ganar en escala y en inversores.
EN EXPANSIÓN
EN EXPANSIÓN
Argentina tiene 400 startups agtech, lo que la ubica como una de las líderes a nivel mundial.
Uno de los principales desafíos debe ser puesto en la inversión.
Rosario y su zona son un polo central del fenómeno.
Por PATRICIO DOBAL