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El sector ganadero argentino atravesó un 2024 desafiante, marcado por un escenario de precios deprimidos y costos en alza que se combinó con un consumo interno débil por la caída del poder adquisitivo y una exportación limitada por el atraso cambiario. Sin embargo, el año que viene tiene mucho por ganar si logra capitalizar el traspié de los dos grandes jugadores globales, Estados Unidos y Brasil, que muestran una caída de su producción, así como un aumento de las importaciones a China, principal cliente de Argentina, que venía comprando menos y pagando más barato por la carne.

“Hay un shock de demanda. Crece la de Estados Unidos, cuyo nivel de rodeo se está recuperando en niveles menores a los esperados, y también la de China. Esto es una gran oportunidad para países como Argentina y Uruguay, que tienen una calidad de carne más homogénea que Brasil, una carne con marca propia”, detalló Sergio De Zen, director del enorme grupo frigorífico brasileño Minerva Foods, quien participó del 3° Congreso Ganadero de Rosgan que se realizó en Rosario.

Justamente el vecino del Mercosur –exportador número uno de carne vacuna del mundo– aportará una ventaja adicional para que la Argentina pueda colarse en este mercado con demanda en ascenso y tenga un panorama más auspicioso en 2025. “La producción de Brasil se estima que caiga 1%, a 11,8 millones de toneladas, por la contracción de su rodeo y por segundo año”, estimó el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) en su último informe de octubre. También vaticinó que se espera una caída de la producción y un aumento de las importaciones de los Estados Unidos, “un país al que los exportadores argentinos están tratando de exportar más y derivando hacia allí envíos que antes terminaban en China, además de buscar colocar cortes de valor”, indicó la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales de la Argentina (Fifra).

De hecho, la entidad consideró que en base a los datos del Usda “la producción de carne vacuna de Estados Unidos caerá un 4% debido a la escasez de ganado”, un mercado que “será reemplazado por más importaciones desde Argentina, Australia y Brasil”.

El organismo estadounidense señaló que el comercio global de carne vacuna alcanzará los 13 millones de toneladas en 2025, lo que representa un aumento del 18% respecto a los últimos cinco años. Esta suba se debe principalmente al crecimiento de la demanda de China, el principal destino de las exportaciones argentinas, que según el informe verá una ligera caída en su producción local y aumentará sus importaciones en 50 mil toneladas para compensar la demanda interna.

Un año con tropiezos

De ese modo, en un contexto global de restricciones en la producción, los analistas prevén que el valor medio de exportación podría mejorar, lo que representaría un respiro para los productores argentinos que en el último año enfrentaron una combinación de presión de costos y precios bajos.

“El retraso en los precios y la suba de costos generó pérdidas en la cría, en los feedlots y en la industria frigorífica”, sintetizó el especialista en mercados ganaderos Ignacio Iriarte.

“La preocupación de los empresarios y del sector no está en el consumo interno o la exportación, sino en el retraso de los precios de la carne que aumentaron cerca de 35% en lo que va del año con una inflación en torno al 100%”, se quejó el presidente de Fifra, Daniel Urcía.

Hoy la macroeconomía es la que le pone palos en la rueda a la rentabilidad. De hecho, los datos de la Dirección de Control Comercial Agropecuario indican que en septiembre último la faena vacuna fue de 1,2 millón de cabezas y la producción de 275 mil toneladas de carne de res con hueso, de las cuales se embarcaron al exterior 82 mil y el consumo interno se quedó con 193 mil toneladas, casi en 50 kilos por habitante al año.

“Ese buen nivel de abastecimiento interno y de ventas al extranjero tiene que ver con la alta faena cuya caída se fue recortando respecto del 2023, año muy afectado por la dura sequía”, dijo Urcía.

Una de cal, una de arena

Por otra parte, algunas medidas de política interna también aportaron una cuota de optimismo al sector. Las exportaciones de carne vacuna se vieron alentadas, entre otras cuestiones, por la quita de derechos de exportación a los productos de la categoría vaca (excepto animales vivos) y la reducción a los demás cortes a 6,75%, además de una mejora en los precios de la cuota Hilton que rondaron en promedio los u$s16.000 por tonelada.

Como contrapeso, las ventas a China representaron el 60% de las exportaciones cárnicas argentinas a fines del tercer trimestre, contra un 80% en meses anteriores. Aunque el gigante asiático sigue siendo el principal destino, los volúmenes en septiembre experimentaron una caída mensual del 5%. Mirando con atención esta tendencia, los operadores “están tratando de reemplazar a ese mercado por otros que pagan mejor, como Israel y Estados Unidos”, indicaron desde Fifra.

El gobierno nacional tiene un claro alineamiento geopolítico en ese sentido, pero aún son destinos que no mueven el amperímetro en el comercio argentino de carnes al exterior. “Hoy tenemos con Estados Unidos solamente una cuota de 20 mil toneladas y con la fortaleza de las importaciones de ese país ese volumen quedó corto. Por lo tanto, estamos buscando algún mecanismo que amplíe ese acceso preferencial”, explicó el economista del Consorcio de Exportadores de Carne ABC, Miguel Jairala, al señalar que el secretario de Coordinación de la Producción nacional, Juan Pazo, viajó al país del Norte para hacer estas gestiones.

Bajo esa premisa de abrir nuevos mercados para las carnes se basó el gobierno nacional para justificar la implementación de la trazabilidad electrónica obligatoria para todo el ganado, conocida como chipeo, que comenzará a operar en marzo del año 2025 y será costeada por el Estado. Una decisión que fue cuestionada por entidades del agro, las cuales objetaron la obligatoriedad de la medida porque le meten ruido e incertidumbre al sector, tal como expresaron Diego Alonso, referente de Carsfe, y Fernando Storni, de la Cámara Argentina de Feedlots (CAF), durante el congreso de Rosgan.

Sin embargo, los exportadores que están ansiosos por abrir nuevos mercados comulgan mucho más con las medidas oficiales, porque entienden que permitirán certificar la trazabilidad de la carne argentina frente a demandas selectivas.

“Los mercados de Asia son la oportunidad de mediano y largo plazo”, planteó Jairala. El economista de ABC indicó que hoy, entre las prioridades, están Japón y Corea del Sur, “que tienen elevadísimo poder adquisitivo”, pero también exigencias sanitarias muy puntuales que se pueden atender con medidas como la trazabilidad y la identificación.

Pero, además, el sector se puso como metas afianzar los vínculos con Malasia, Filipinas y Tailandia. En los dos últimos casos ya hay intercambios de auditorías de plantas realizadas o pautadas. También se esperanza con la renovación de un tratamiento arancelario especial que, hasta fines de 2024, rige para las exportaciones a México o con la ampliación del acceso preferencial en volumen a Estados Unidos.

Respecto de la Unión Europea, la biblioteca está dividida. Algunos referentes del sector privado cuestionan la normativa que exige producciones libres de deforestación mientras que otros consideran que es un camino ineludible.

Aunque el presidente Javier Milei muestra un claro posicionamiento contra la Agenda 2030 y cuestiona las reglamentaciones ambientales, cuando se trata de facilitar un negocio que aporta divisas a la economía las medidas toman otro rumbo. “El eje del Atlántico es fundamental para el posicionamiento de la Argentina y no podemos decir que no vamos a exportar a la UE, más allá que discutamos su normativa ante la OMC como paraarancelaria”, planteó el director de Políticas de Mercados de la Secretaría de Agricultura de la Nación, Gastón Santesteban. “No nos vamos a retirar de ahí, porque Europa y Estados Unidos son países con los que vamos a comerciar por cuestiones geopolíticas”, definió.

“El sector de ganados y carnes deberá establecer si quiere ser proveedor regular de carnes, proveedor de alta calidad o participar en un mercado de segmentación. Eso no es función del gobierno, porque el papá Estado no estará más”, dijo claramente Santesteban.

Habrá que ver cómo juegan los actores del sector en este escenario donde reinará el libre mercado y en el cual Argentina deberá disputar terreno en una liga de grandes jugadores.

La ganadería argentina busca lugar en las

grandes ligas

El sector logró estabilizar la producción y la oferta en el mercado interno y externo, aunque en un contexto de precios bajos.

A LA CONQUISTA DE GRANDES MERCADOS

A LA CONQUISTA DE GRANDES MERCADOS

Las exportaciones podrían mejorar, provocando un respiro para el productor argentino.

Las ventas a China representaron el 60% de las exportaciones cárnicas.

Por SANDRA CICARÉ