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Por SANDRA CICARÉ

Las políticas de compre local amenazan con ser una trampa para el federalismo en la Argentina. Con el avance de los grandes proyectos vinculados a los sectores de Oil&Gas y la minería, las provincias del NOA donde están asentados la mayoría de ellos, fueron diseñando acuerdos con las industrias para convertirse en los primeros y principales proveedores del sector, garantizándose así el desarrollo de toda la cadena productiva en sus territorios.

Pero esta decisión, que a priori se plantea como virtuosa, comenzó generar tensiones no sólo con los intereses de las grandes compañías que requieren proveedores especializados y de alta calidad, sino también con el resto de las regiones, entre ellas Santa Fe, que buscan allí un horizonte para expandir sus industrias.

Estas restricciones que intentan poner las provincias mineras o hidrocarburíferas a proveedores de otras jurisdicciones fueron calificadas como “cepos internos” por el presidente de la Cámara Argentina de Empresa Mineras (Caim), Roberto Cacciola, quien en una entrevista con Punto biz aseguró que las empresas no coinciden con esta forma de pensar el negocio porque “no ayuda a nadie”.

El titular de Asuntos Corporativos del proyecto Josemaría de la minera Lundin Mining, Alfredo Vitaller, fue aún más allá. “Cuando todo esto se desarrolle va a haber lugar para todos”, dijo. “Creemos que la capacidad de provisión en diferentes ámbitos de la provincia de San Juan, de la región e inclusive de la Argentina no va a ser suficiente”, agregó.

Estos chispazos entre empresas proveedoras también se trasladaron a la política, donde los gobernadores juegan sus propias partidas. Están presionados por los industriales que de un lado demandan protección frente a sus vecinos de otras provincias y, del otro lado, piden más gestión para conquistar este terreno.

No es para menos. Según datos oficiales, el país cuenta con un conjunto de proyectos de cobre en etapa avanzada “que representan en conjunto una inversión inicial estimada que supera los u$s 15.000 millones y otros u$s 8.000 millones en litio”, tal como precisó el secretario de Minería de la Nación, Luis Lucero, durante el VI Encuentro Minero Chileno Argentino del que participó este medio.

Con este potencial las provincias del NOA fueron sellando acuerdos con los grandes holdings mineros y petroleros para garantizar que el cupo de proveedores locales se respete. En una devolución de favores les aseguran a las grandes compañías contar con la licencia social, algo que hoy ninguna gran inversión puede evadir por las fuertes presiones medioambientales, no sólo de las comunidades sino también de la demanda global. Es decir que los millonarios desembolsos tienen luz verde si contribuyen a hacer más próspero el entramado productivo local y mejoran la empleabilidad.

¡Pero la ecuación no les cierra al resto de las provincias argentinas, especialmente aquellas con fuerte presencia de industrias competitivas, a muchas de las cuales las propias compañías mineras o petroleras se acercan para demandar sus servicios, esquivando esas aduanas internas. El presidente de la Cámara Argentina de Proveedores Mineros (Capmin), Manuel Benítez, reconoció que “los proveedores argentinos con mucho esfuerzo, trabajo y cambios, podemos decir que estamos maduros en cuanto a capacidad de producción, costos y distribución en todo el territorio”.

Santa Fe mete presión

En medio de una fuerte recesión, el gobierno de Maximiliano Pullaro salió a ampliar la frontera industrial. Sus funcionarios participaron de la Expo San Juan Minera 2024 y, además, armaron el encuentro de la Mesa de Gas, Petróleo y Minería, que reunió a más de 230 industrias.

Vienen corriendo detrás de un entramado empresario que ya hizo lo suyo. De hecho, muchas empresas no sólo diversificaron su producción sino que se arriesgaron a instalarse cerca de las zonas mineras y petroleras. Conviven en ese grupo las más diversas actividades como la construcción de cañerías para extraer litio; fabricación de tanques y calderas para generación térmica; elaboración de placas de acero para el transporte minero; provisión de tanques y semirremolques destinados a esta industria, entre otros.

Ahora, el gobierno busca armar una ingeniería para acompañarlas a través de incentivos como subsidios de tasas. “No tenemos minerales, cobre, litio o petróleo, pero sí la inmensa capacidad de abastecer grandes emprendimientos que van a venir al país”, se plantó el gobernador.

En la misma línea viene trabajando el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, quien dijo que “la minería, el gas, el petróleo, el litio deben pasar a ser parte de la agenda común y esa agenda no debe ser sólo de las provincias mineras, sino de toda la Argentina”.

Al participar de la Expo San Juan Minera, invitado por su par, Marcelo Orrego, el cordobés dejó en claro que no se quiere quedar afuera de ese negocio. “Esto tracciona a Córdoba y a nuestra industria metalmecánica”, aclaró.

En ese derrotero, el gobernador santafesino y los de la Región Centro se encontraron con la resistencia de algunos de sus pares a abrir las puertas tan amigablemente, presionados por las empresas radicadas en las regiones mineras. En el caso de San Juan, Orrego viene piloteando las presiones internas como la que ejerce la Cámara de Proveedores Interdepartamentales Mineros (Caprimsa), liderada por Fernando Godoy, quien batalla para que las mineras que operan en la provincia prioricen el compre local.

“En el proyecto Los Azules ingresan camiones y camionetas provenientes de Mendoza; a Filo del Sol equipos chilenos y salteños y a Caleras San Juan vehículos de la vecina provincia”, denunció el dirigente hace algunos meses y advirtió que las empresas de exploración están “llenas de equipos de otras provincias que nos están quitando el lugar”.

Frente a la presión, en San Juan están elaborando un registro local de proveedores mineros. “Entendemos que la cadena de valor local es un aspecto clave para la licencia social y trabajamos para que las empresas mineras se comprometan a la contratación de proveedores locales”, dijo el ministro de minería de esa provincia, Juan Pablo Perea.

Los inversores apoyan a todos

La industria no está cómoda con esta disputa federal, incluso se manifiesta en contra. “Tenemos que ser inteligentes porque si no hay proyectos mineros, no hay proveedores. Pero si no le damos la cabida a todos para que participen de la minería no hay licencia social”, resumió Cacciola.

La aprobación del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (Rigi) fue una puerta que abrió formalmente esta caja de Pandora. Cada provincia interpreta a su manera la incorporación del término “proveedores locales”, que se fijó en un 20% para los proyectos de inversión superiores a los u$s 200 millones que lleguen al país.

Teniendo en cuenta que se trata de un régimen nacional al que las provincias deben adherir, algunas lo resolvieron en forma sencilla como Santa Cruz, que le anexó el término “territorialidad” al de proveedor local.

Santa Fe transita el camino de los acuerdos políticos. Pullaro ya encaró conversaciones con el sanjuanino Orrego para que las industrias locales se sumen a la cadena de proveedores.

“Si las grandes inversiones tienen la dimensión de las que se hablan, no van a alcanzar con las industrias de esas propias provincias”, dijo el ministro de Desarrollo Productivo de Santa Fe, Gustavo Puccini, quien reconoció que este tema llegó a la mesa del Consejo Federal de Inversiones (CFI) porque las leyes de “compre local traban a nuestras industrias”.

La convicción de que habrá “negocio para todos” es la que alientan desde la industria y con la que coincidió Benítez (Capmin). “Un proyecto minero genera el nacimiento de pymes y es clave la asociatividad”, dijo.

Acelerar los acuerdos, definir estrategias regionales, priorizar el asociativismo tanto en forma horizontal –entre empresas– o vertical, con compañías más grandes, se impone en un contexto donde las grandes compañías inversoras no definen fronteras y encuentran también del otro lado de la Cordillera posibles proveedores.

“Tenemos cientos de proveedores chilenos con una tremenda oportunidad para suscribir acuerdos y un potencial tremendo para dale todos los servicios, insumos, equipos y logística a la naciente minería del cobre en Argentina”, dijo Sergio Hernández, titular de la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería de Chile (Aprimin), entidad que nuclea a más de 141 compañías que hace años abastecen a la minería chilena, una de las que tiene los más altos estándares a nivel mundial y que está dispuesta a pelear también por su cuota de mercado.

El compre local, ¿una trampa que amenaza

el federalismo?

Industrias de todo el país, entre ellas las de Santa Fe, pujan por un lugar en la grilla de proveedores del sector de petróleo, gas y minería. Resistencia y gestiones.

CEPOS INTERNOS

El ministro de minería de San Juan, Juan Pablo Perea, pelea por proveedores locales.

Martín Llaryora, gobernador de Córdoba,

plantea una agenda nacional y común.