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La historia del Teatro Príncipe y la de Jesús Guridi están íntimamente ligadas. Aunque la apertura del recinto se produjo en la Navidad de 1925, ni las obras estaban terminadas ni el casino Gran Peña estaba operativo. Tampoco las primeras sesiones convencieron del todo al público vitoriano. El gran momento para el Teatro Príncipe llegó el 15 de enero de 1927 cuando el maestro Jesús Guridi estrenó en Vitoria, la ciudad que le vio nacer en la calle de la Florida en 1886, su gran zarzuela ‘El caserío’.

Aquel día, sábado por la tarde-noche, la fachada del teatro fue engalanada con “preciosas colgaduras” e iluminación eléctrica. La Gran Peña ya llevaba abierta desde Reyes. “Muchísimas personas, estacionadas al final de la prolongación de San Prudencio, mantenían su admiración presenciando el disparo de bombas y chupinazos, así como la llegada trepidante de los automóviles”, describía el ejemplar del lunes siguiente del ‘Heraldo Alavés’. Y, en el interior, “el aspecto era algo excepcional”. Ellos iban de “rigurosa etiqueta” y ellas, “siempre el más preciado joyel de todo momento dignificante”, luciendo tocados y distinguidísimas. Una perfumería donostiarra les regaló a ellas botes de fragancia y a ellos pastilla de jabón.

Antes de la obra, unos setenta comensales celebraron una comida de gala en el Frontón Hotel, ubicado frente al teatro. A Guridi le acompañó su esposa, sus cuñados, cantantes y tenores y las autoridades locales, encabezadas por el entonces alcalde, Enrique Iglesias. Tomaron puré de guisantes, lenguados margarita, ‘vol-au-vent’ de mollejas ‘financier’, pollo asado con ensalada, helados de vainilla, frutas, quesos y café. Bebieron Rioja Palomar, Royal Claret, Martell, Hennessy, Cointreau, Benedictine y Grand-Marnier. Fumaron habanos. “Bajo los efectos de la natural emoción”, Guridi se dijo honrado de compartir su obra, estrenada en Madrid unas pocas semanas antes, con sus paisanos: “Quiero deciros, mis queridos paisanos, que siempre seré el mismo. Es decir, un gran amante de su pueblo, un gran vitoriano que siempre ostentará ese título con orgullo”. Estaba pronunciando estas palabras Guridi cuando avisaron de que se le esperaba en el Príncipe para el estreno y se tuvo que marchar a todo correr.

Del Príncipe al Guridi

El gran estreno del teatro llegó en 1927 con 'El caserío' de Guridi, que luego daría nombre al recinto

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