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Superación y creatividad: dos historias de excelencia

El mundo laboral adopta nuevas modalidades y exigencias en modo vertiginoso. Un repaso de las opciones con mejores posibilidades de éxito.

En un mundo donde la dedicación y el esfuerzo a menudo pasan desapercibidos, hay quienes destacan no sólo por su rendimiento académico, sino por el camino recorrido para alcanzar la excelencia. Este año, entre las elegidas para una nueva edición de “Cuadro de Honor”, Punto biz convocó a dos estudiantes ejemplares, Ana Laura Bonetti y Sofía Beltramone, quienes en sus respectivas áreas de estudio alcanzaron los promedios más elevados. Sus historias reflejan no sólo una actitud de autosuperación, sino también la pasión y la resiliencia necesarias para atravesar desafíos personales y profesionales.

Ana Laura, con un promedio de 9,83, logró completar la Licenciatura en Gestión de la Educación en la Universidad del Gran Rosario (UGR). A sus 47 años, no sólo alcanzó un promedio extraordinario, sino que también demostró que la edad no es un obstáculo para continuar aprendiendo y progresando en el ámbito profesional.

“Desde hace años trabajo en el Instituto Universitario Italiano de Rosario, una institución que me brindó la oportunidad de comenzar mi camino académico”, relató en diálogo con Punto biz. “Empecé con una tecnicatura en gestión de instituciones universitarias en la Universidad de Lanús y luego la pandemia me permitió continuar con mis estudios de forma virtual. Tras obtener el título de técnica, decidí seguir adelante y encontré en la Universidad del Gran Rosario la Licenciatura en Gestión de Instituciones Educativas, un programa que se adaptaba a mis necesidades laborales y personales”, sumó.

La modalidad virtual y el horario nocturno de la licenciatura fueron factores decisivos para Ana Laura. “Soy una persona que tiene 47 años y tres hijos. Esta posibilidad de que fuera de manera virtual y en horario nocturno tuvo grandes ventajas”, explicó. Además, resaltó la importancia del acompañamiento de un compañero de estudios de Neuquén, con quien compartió el desafío de la educación virtual. “Es muy importante tener el acompañamiento de alguien que te ayude, que esté con vos y que tenga las mismas necesidades académicas”, aseguró.

Para ella el estudio no es sólo una herramienta para el crecimiento profesional, sino una convicción personal.

“Uno estudia por una convicción propia”, señaló. Esta mentalidad la llevó a acceder a un cargo de mayor jerarquía en su trabajo, y ahora se encuentra cursando una maestría en gestión de instituciones, también en la Universidad del Gran Rosario. “La virtualidad llegó para quedarse y nos ayuda a todos aquellos que tenemos obligaciones diarias y que se nos complica llegar hasta una institución a cursar”, subrayó.

Sofía completó la Licenciatura en Bellas Artes en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) con un promedio, también, de 9,83. Sin embargo, su camino hacia el arte no fue lineal. Inicialmente, comenzó estudiando Arquitectura, pero pronto se dio cuenta de que su verdadera pasión estaba en las Bellas Artes. “A los 18 años es muy difícil encontrar un camino que va a marcar la forma de mirar el mundo”, reflexionó en contacto con este medio.

A pesar de que la carrera de Bellas Artes no fue su primera elección, halló en ésta un mundo que le permitió combinar su interés por la historia y la crítica del arte con la práctica artística. “Me interesaba más la parte teórica, como historiadora o crítica, más que la producción artística en sí”, comentó.

Durante sus estudios, Sofía descubrió su pasión por el grabado, una técnica artística que había explorado previamente en talleres de arte. “El grabado me permitió combinar todos mis desarrollos teóricos con la práctica artística”, explicó. Esta experiencia la llevó a convertirse en ayudante en la materia, lo que le permitió profundizar en el estudio del grabado y su relación con la historia del arte. “Es muy difícil escribir sobre una técnica si no se tiene la experiencia manual y corpórea en el hacer diario”, recalcó.

Para aquellos que están considerando un cambio de rumbo académico, ambas aconsejan no tener miedo de explorar nuevas oportunidades. “Cambiar de carrera no es algo tremendo. Es una oportunidad para descubrir una nueva forma de ver el mundo”, sostuvieron.

MEJORES PROMEDIOS

Por PATRICIO DE GAETANO

Ana Laura Bonetti.

Sofía Beltramone.

Estudio, profesiones,

ocio y afectos

Cuando los libros se cierran y los apuntes se dejan por un ratito, Sofía y Ana encuentran en sus pasatiempos una forma de equilibrio entre el rigor de sus estudios y su vida personal. La primera, desde su infancia, tiene una conexión profunda con el dibujo. La natación, el tenis, la lectura y el cine forman parte de sus momentos libres. Ana encuentra en su familia la principal fuente de disfrute y contención. Sus tres hijos y los afectos más cercanos le brindan el apoyo y un refugio indispensable.