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“El mayor riesgo que

tomé fue salir de la

zona de confort”

Especialista en asesoramiento en el rubro de las criptomonedas, apostó al crecimiento con recursos propios. Equilibrio entre ingresos y egresos, pilar del éxito de su empresa.

BRUNO PERONA, FIWIND

BRUNO PERONA, FIWIND

Tras un paso por la banca privada como trader financiero, Bruno Perona decidió emprender con la intención de llevar el negocio de las sociedades de bolsa al rubro de las criptomonedas, facilitando el asesoramiento y la atención personalizada. Plataformas como éstas ocupan hoy gran parte del espacio publicitario en redes sociales e incluso en la vía pública, pero escaseaban en el 2017, año en el que el precio de Bitcoin aumentó exponencialmente, pasando de una cotización de u$s 1.000 a u$s 17.000. Fiwind, la startup rosarina de la que es dueño junto a su socio, hoy es la que mayor volumen de capital opera en el país, aun con una estructura acotada para la que ya tiene planes de expansión hacia la Capital Federal.

“El mayor riesgo que tomé fue dejar el trabajo donde estaba, salir de la zona de confort. Estaba muy cómodo y no sabía con qué iba a encontrarme. La inversión con la que arrancamos fue muy chica y, al no venir del sector financiero, tuvimos que apostar mucho por nuevas tecnologías”, cuenta el rosarino de 31 años acerca del momento en el que decidió volverse emprendedor, algo que anhelaba desde que era chico. Uno de los pilares de su empresa, cuenta, es no gastar más dinero de lo que ingresa.

Competidores en su rubro usualmente recurren a mesas de negocios para conseguir financiamiento externo y alcanzar, con esa ingeniería, una proyección mayor. Su estrategia fue diferente. Se financió únicamente con aportes propios y de su socio, lo que resultó en un proceso de crecimiento más lento aunque más sustentable.

La idea terminó rindiendo sus frutos, aunque no estuvo exenta de momentos críticos. “Fuimos dos años a pérdida. En un momento me reuní con mi socio y dijimos: ‘Tres meses más, y si no repunta, cerramos la empresa’”. Para suerte de ambos, a comienzos de 2020 el negocio mejoró y pudieron seguir adelante.

Entre otras ventajas de su modelo de negocios, Perona encuentra que en una estructura chica puede encontrarse al mismo tiempo agilidad en los movimientos y una eficiencia extrema. Generar valor en lugar de regalar dinero fue la apuesta que, finalmente, permitió consolidar a Fiwind.

La idea primordial que guió su inicio como empresario fue la de acercar la operación de criptomonedas a clientes que no estuvieran familiarizados con ese tipo de inversiones. Buscaban, de esta forma, otorgarles un seguimiento a medida, garantizándoles mayor seguridad y transparencia. La plataforma sumó durante el 2024 la posibilidad de obtener una tarjeta de crédito mediante un acuerdo con Mastercard, facilitando el uso de las inversiones en la economía real. También añadió el pago mediante QR en Brasil a dólar MEP, en vistas a una temporada que se presume contará con muchos argentinos veraneando en las playas del vecino país, dada la diferencia entre el dólar turista y el oficial.

Otra nota distintiva de la apuesta de Fiwind fue el armado de la estructura. “Preferimos contratar no al mejor recurso humano, al más formado técnicamente, sino a la mejor persona. Esto favorece al armado de un buen grupo de trabajo. En el equipo que tenemos hoy son todos amigos, se ríen, juegan”, comenta respecto de sus más de 25 empleados, quienes son casi en su totalidad son “Sub 33” y trabajan bajo la modalidad de presencialidad de cuatro días, a diferencia de otras organizaciones del sector que adoptaron en su mayoría el modelo de Silicon Valley. “La principal motivación para los trabajadores es el crecimiento de la empresa”, afirma destacando el salto que la plataforma de finanzas vivió en sus últimos tres años.

Consultado por las implicancias de invertir en Argentina, cree que “no es fácil porque hay muchas trabas para los emprendedores: cambio de regulaciones, de normativas, aspectos legales, más aún en el rubro financiero”.

“Te puede cambiar el modelo de negocios por algo que no depende de uno”, explica. A la vez, también destaca las oportunidades que se dan en nuestro país y no en otros con una economía más estable. “En los últimos 15 años, con devaluaciones constantes y variaciones abruptas en el tipo de cambio, se dieron oportunidades atractivas de inversión para el sector que opera financieramente”, advierte.

El ingeniero comercial tampoco desconoce el amplio recurso humano que se encuentra en el país. La elección de Javier Milei como presidente significó un antes y un después en la política y la economía argentina, algo que tanto Perona como otros empresarios –del país y del mundo– ven con expectativa.

“Es un momento de grandes cambios para la Industria financiera. Se terminaron los crecimientos del cien o doscientos por ciento anual. Nos abrimos al mundo y ya se empieza a ver que distintos jugadores internacionales muy grandes empezaron a poner el foco en Argentina para desembarcar. Eso nos lleva a ser más competitivos a todos y se va a traducir en algo favorable para el público final, el cliente inversor”, dice Perona.

El giro en la política económica y la expectativa en el crecimiento lo impulsó a tomar el riesgo de vincular el mercado de capitales tradicional a la aplicación. También señala que la previsibilidad en cuanto a la inflación, reducida del 25,5% de diciembre al 2,5% de octubre, incidió significativamente en esta decisión. De cara al futuro, agrega: “Cuando salgamos del cepo va a haber un crecimiento de la economía y cuando esto suceda el sector financiero va a acompañar y se va a potenciar”.

Visto desde afuera, se presume que el sector de las criptomonedas celebra eufórico tras ver que el Bitcoin se encuentra en su máximo histórico y está muy cerca de romper la barrera de los u$s 100.000. Perona también analiza el contexto internacional con mayor calma: “Creo que la victoria de (Donald) Trump facilita que la adopción de las criptomonedas sea mayor, ya que se expresó a favor de las mismas y en contra de las monedas digitales reguladas por países. Se estima que el 2% de la población mundial tiene criptos y eso indica que hay un flujo de dinero pendiente de ingresar”.

El caso de Argentina no le genera optimismo ya que “el 95% del uso de las cripto era como instrumento financiero. Las regulaciones y prohibiciones para enviar dinero afuera volvieron a las criptomonedas una alternativa atractiva para sortear esas trabas. Con la liberación que se ve hoy en día se va a perder ese interés y va a bajar la operación a pesar de la mejora del precio”.

Interrogado por los prejuicios y recelos hacia el sector, a menudo ligado a estafas realizadas en nombre de las criptomonedas como en el caso de Generación Zoe, responde: “Quizás la falta de información o desconocimiento contribuyó en su momento a esa desconfianza. A la gente le sonaba raro oír acerca de esas monedas. Pero creo que el paso del tiempo, la suba de precios, que se hable en los diarios si sube o baja la cotización, que el presidente de los Estados Unidos hable de esto y que haya miles de casos exitosos, impide que algunas estafas que se conocieron de esquemas Ponzi difamen al sector”.

Sobre las expectativas acerca de las tan mentadas criptos, dice no creer que “sean el futuro financiero del mundo”, pero sí que “llegaron para quedarse y para competirle al sistema financiero y bancario tradicional” porque brindan la posibilidad de tener un dinero “sin que haya un gobierno que tome una decisión y esto impacte de forma lineal”.

Estudios: Licenciado en Ingeniería Comercial

Hobbies: kitesurf, wakeboard

Un libro: Cien años de soledad

Una película: Gladiador

Una serie: Suits

Un destino para vacacionar: Italia

TOP 10 PROTAGONISTAS

Por ÁLVARO MATÉ