Dotada de espíritu empresarial, lidera tres países y va por todo
Con una amplia trayectoria, la CEO de Randstad Argentina, Uruguay y Chile repasa su vida y los valores que la formaron.
ANDREA ÁVILA, RANDSTAD
ANDREA ÁVILA, RANDSTAD
Andrea Ávila es una emprendedora nata. Se inició en la industria de los recursos humanos desde muy chica. Trabajó en la empresa de su familia desde los 18 años, donde aprendió de todo. Hoy, con más de 30 años en el rubro, es la CEO de la multinacional Randstad (la empresa de recursos humanos líder a nivel mundial), a la que representa en Argentina, Uruguay y Chile. Oriunda de Rosario, estudió abogacía en la Universidad Católica Argentina (UCA) y después obtuvo un Magíster en asesoramiento jurídico de empresas por la Universidad Austral (Argentina). Pero, además, creció en un entorno familiar donde emprender era moneda corriente y vincularse con otros un valor esencial.
Si tiramos de los hilos que tejen su vida, llegamos a su bisabuelo, quien comenzó administrando el despacho de los trenes en la zona sur de Rosario. Él fue quien se encargó de proveer gente para descargar y llevar los productos a los depósitos. Este trabajo lo siguen sus abuelos, para luego pasar a sus padres. Pareciera que conectar personas estaba predestinado. “Es, precisamente, el contacto y la conexión con las personas lo que más disfruto de mi profesión. Y desde siempre, el propósito de lo que hacía mi bisabuelo, mi abuelo, mi madre, mi padre y después yo, tiene que ver con incidir en la vida laboral de las personas. Y eso tiene un impacto muy grande”, aseguró Andrea Ávila en diálogo con Punto biz.
El recorrido profesional de Andrea se fue dando de manera paulatina: “Yo comienzo desde muy chica en la industria de recursos humanos, en la empresa de origen familiar. Y desde ahí, fui creciendo en un sistema de carreras tradicional. Fui cadete, administrativa. Pasé por la atención al público, hice selección, aprendí procesos administrativos, entre otras cosas. Una carrera de desarrollo a la vieja usanza. Tuve la oportunidad de aprender mucho de la industria y trabajar muy cerca de mi padre y de mi madre que eran los directivos de la empresa en ese momento y empecé a formarme en todo lo que es recursos humanos”, remarcó.
Su trayectoria y desarrollo profesional se fue dando, en una primera etapa, en adquirir más responsabilidades. “Llegué a tener a cargo las operaciones de la empresa familiar. '90 definimos la búsqueda de un accionista internacional y así fue como, pasé a formar parte, por primera vez, de una compañía multinacional”, resumió.
Un pilar fundamental
El trabajo y los vínculos son palabras claves que definen la labor de Ávila. “Lo que estamos haciendo es ayudar a otros a conseguir su mejor trabajo, su primer trabajo o lograr direccionarlos a un desafío mayor que sería progresar en sus carreras profesionales. Es ése el motorcito que me impulsa a levantarme todos los días”, afirmó la empresaria. Además de resaltar la calidad de los vínculos con su familia, hijos, padres, amigos y colegas –quienes aseguró que fueron y son lo primordial en su vida diaria–, destacó la importancia de compartir valores con la empresa con la que se relaciona. “En lo vincular hay algo muy importante para mí. En mi ingreso a Randstad, lo más significativo fue percibir, reconocer y compartir los mismos valores”, contó Andrea. “Si uno no comparte valores, es muy difícil llevar adelante cualquier tipo de responsabilidad y trabajo”, agregó.
En este primer paso de transición en lo profesional –cuando Ávila ingresó a la multinacional Randstad–, coincidir con los valores de la empresa fue clave para seguir adelante y crecer en su profesión. La compañía en Argentina tuvo un crecimiento exponencial la última década, llevando a Andrea a manejar una empresa que se posiciona en el puesto número 1 a nivel mundial. Esta experiencia la lleva a dimensionar lo que es liderar uno, dos y tres países con culturas e idiosincrasias diferentes: “El desafío es constante y está presente en tener una metodología de trabajo que contemple el estudio, seguir profesionalizándome, el trabajo, y dedicarme a mi familia”, remarcó la abogada.
Y así fue como en estos últimos años, la empresaria realizó un máster en Programa Ejecutivo en Alta Dirección Empresarial de Columbia Business School Executive Education, lo cual significó un gran salto profesional acompañado de una apertura a otras realidades y perspectivas. El desafío de nuestra protagonista de liderar además de Argentina, Uruguay y recientemente Chile, es el constante aprendizaje y adaptación con el entorno y las personas de cada país.
Ser mujer empresaria
“Desde mi bisabuela en adelante, las mujeres en mi familia, por diferentes razones, siempre estuvieron involucradas activamente en el mundo del trabajo”, respondió Ávila. Si bien los tiempos que corren son otros, la curiosidad de saber cómo es ser mujer empresaria y cuál fue ese recorrido, permanece. “Si realmente estuviéramos en paridad de género y nuestras oportunidades fueran iguales, no me estarías haciendo esta pregunta”, advirtió la abogada, de manera jocosa.
Formar parte de una empresa familiar le dio a Andrea la oportunidad y el empuje para desarrollar su primera etapa de vida profesional. El espacio y la experiencia que le brindaron sus padres y el historial de mujeres empresarias en su familia fue un factor muy importante para ella. “Nunca me plantee dificultades al momento de trabajar”, aseguró.
Ávila integra la lista de 25 líderes de Staffing de la región latinoamericana. Fue reconocida recientemente por Staffing Industry Analysts (SIA). “Fue un año mucho más flexionado y de trinchera, tratando de buscar soluciones en un contexto de mayor adversidad en nuestro país. A pesar del contexto logramos cumplir todos nuestros objetivos, lo cual no es poco”, explicó Ávila. “Tener tres países te da la pincelada de cada uno. Y eso es una linda experiencia profesional porque no estás todo el tiempo mirando una única problemática y una sola perspectiva”, remarcó.
Desde lo profesional, confirmó que ha sido un año desafiante, pero que a la vez le dio una mirada más expansiva y se pudo posicionar con otra experiencia al momento de liderar otros países. “Tengo mucho por crecer y mucho por hacer, sobre todo en Chile. Tengo el gran desafío de hacer crecer esa operación en el mercado. Y mirando, a la vez, los tres países y su desarrollo para el 2025”, confió.
Andrea Ávila está casada. Tiene dos hijos y este año experimentó eso que a todos los padres les toca: “Este año pude ver cómo desplegaron las alas mis hijos y verlos volar, con toda la felicidad que esto ocasiona, pero también con ese saborcito amargo de tenerlos un poquito más lejos”, confirmó.
“El desarrollo profesional con el desarrollo familiar van de la mano. Es poder tener un compañero o compañera en todas las multiplicidades de familias que hoy hay constituídas, que camine al lado tuyo y que las tareas sean realmente compartidas desde lo profundo de la convicción”. Y finalizó: “Esto fue vital en mi desarrollo personal. Sin mi marido, no hubiera logrado mi desarrollo profesional”.
Estudios: Abogada (UCA)
Magister en asesoramiento jurídico de empresas por la Universidad Austral y
Máster en Programa Ejecutivo en Alta Dirección Empresarial de Columbia Business School Executive Education
Hobbies: Trail running
Libro: La autobiografía de Nelson Mandela
Una película: “Me declaro muy mala para recomendar películas”.
Una serie: Peaky Blinders
Una comida: “Una rica pasta casera hecha por mi abuela, y ahora hechas por mí”.
Un destino: Pinamar
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Por SOL SERGIANI