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“El éxito no está en la tecnología o el financiamiento, sino

en la gente”

La gerenta general de Inalpa, líder de legumbres enlatadas del país, conduce la compañía desde hace 25 años. Asegura tener un liderazgo “participativo”.

MAYRA BOGLICH, INALPA

MAYRA BOGLICH, INALPA

Tiene la energía propia de una líder y aunque asegura que apenas duerme cinco horas por día, reparte sus jornadas entre la difícil tarea de comandar una de las empresas número uno en su segmento en la Argentina, participar del directorio de una institución como la Bolsa de Comercio de Rosario y criar a Luz, su hija de cuatro años de edad. Encontrar un fragmento de tiempo libre en la agenda de Mayra Boglich, titular de la compañía Inalpa, es casi un milagro. A todo lo que surge de imprevisto debe encontrale un momento: esta charla se realizó cuando subía a su auto, ponía el “manos libres” y aceptaba de muy buen humor contar su historia.

“Para un empresario es fundamental, importantísimo y crucial participar de las instituciones, para no quedarnos en la queja, sino hacer y ser competitivos”, dijo a modo de presentación la empresaria que arrancó a los 25 años –hace exactamente 25 años– en la gerencia comercial de la empresa de legumbres nacida en Pavón Arriba que hoy lidera el mercado en su rubro, una posición a la que ella contribuyó aportando su capacidad y su esfuerzo.

Después de finalizar sus estudios en la Universidad Austral de Rosario, donde a los 23 años se graduó como licenciada en Ciencias Empresariales, y de haber finalizado su maestría en Administración de Empresas, Mayra hizo una pasantía en la empresa de ferrocarriles NCA. “No quería entrar directo a la empresa de mi padre”, recordó. Al poco tiempo él la convocó para ser parte de Inalpa y ella aceptó el reto.

Aunque arrancó en la gerencia comercial, un año y medio después, y tras la renuncia del gerente general, se quedó comandando el barco. “Fue desafiante y muy duro”, reconoció. “Al tener el título de ser la hija de, y encima ser mujer, me costó mucho más poder demostrar lo que hacía y ganarme el respeto de la gente”, dijo.

Quizás esos desafíos fueron los que forjaron su liderazgo “participativo, pero con autoridad”, como prefiere definirlo.

“Para ganarme el respeto de la gente, para que confíen en mí, tuve que ser líder y usé bastantes herramientas. Una de ellas es la autoridad”, recuerda Mayra. “Las cosas no se demuestran diciendo, sino haciendo. Y la autoridad se gana con el ejemplo”, agregó. La otra forma es “hacer sentir a la gente importante dentro de la empresa, generando un sentido de pertenencia”. Y, finalmente, “transmitir objetivos claros y determinar una estrategia para conseguirlos, marcando el camino claramente”.

“La diferencia entre las empresas que llegan a ser exitosas no está en la tecnología o en el financiamiento, está en la gente”, afirmó esa mujer que participó de varias entidades empresarias y hoy es parte del directorio de la Bolsa de Comercio de Rosario, una entidad con la cual se siente “sumamente identificada”.

Pero lo que ella resumió en pocos minutos fueron tiempos de largo e intenso aprendizaje que arrancaron con esa primaria decisión, hace más de dos décadas, de instalar a la empresa en el mercado nacional, fundamentalmente en Buenos Aires.

“Hace 25 años, que una mujer joven se sentara a negociar con las cadenas de supermercados, los grandes clientes que en ese momento tenían un gran poder, fue una experiencia bastante difícil de transitar”, rememoró.

Con humor, Mayra recuerda que su padre soñaba con la llegada de un hijo varón para que manejara su negocio. “Y somos cuatro hijas mujeres, con lo cual nos metió porque no le quedó otra”, bromea. Con los años, ese hombre terminó convirtiéndose en su guía en la formación empresarial. “Mi papá me acompañó y me llevó de la mano”, dijo la única de las cuatro hermanas que trabaja en Inalpa. “Me ayudó mucho combinar el conocimiento que yo traía de la universidad, del máster, con la experiencia que me transmitía mi papá. Lo escuché, me hice empresaria al lado de él y fui combinando eso”, recordó.

Pero además, “al escucharlo no solo tenía herramientas sino que evitaba cometer los errores que quizás él había cometido”, agregó para dar cuenta del resultado de la virtuosa combinación de dos generaciones. “En veinte años pasamos por todos los ciclos económicos: estuvimos firmes cuando se fundieron casi todas las empresas, en etapa de estabilidad, de inflación, de crecimiento, y en cada una necesitábamos herramientas distintas”, reflexionó Mayra. “No es lo mismo manejar un crecimiento que una estabilidad”, afirmó.

En noviembre Inalpa cumplió cinco décadas de historia y aunque hoy el nombre de Mayra Boglich se asocia ineludiblemente a la empresa familiar, hace 25 años era una rareza encontrar a una mujer en la dirección. “Fui primera en todo, tanto en la empresa como fuera, en el sector”, dijo con el orgullo de poder mirar en perspectiva el camino recorrido. “Cuando comencé, estaba convencida de que iba a lograr lo que me proponía, que era instalar la empresa a nivel nacional. Confiaba en mí y en la gente que me rodeaba”, aseveró.

Esa misma convicción es la que busca contagiar en las charlas a las que la convocan para contar su experiencia y sus metas, que ahora son otras, renovadas.

- ¿A dónde querés llevar a Inalpa en los próximos 10 años?

- Mi meta es internacionalizar la empresa.

Sin titubeos y así como se planteó cuando arrancó, Mayra explicó que después de posicionar a la compañía como líder en el procesamiento, envasado y venta de legumbres enlatadas en el país, ahora busca fortalecer su posición en el exterior, mercados donde ya participa.

“Quiero que Inalpa esté en la mayor cantidad de países en el mundo, ya sea con distribuidores, con sucursales –proyectó–. Se verá la realidad de cada país, pero internacionalizar la empresa y desarrollar nuevos productos”.

Pensando en el mercado de la alimentación en general, la meta es desarrollar “líneas de tomates, incorporar champiñones, pimientos, potenciar lo que Inalpa tiene en enlatados y combinarlo con lo que hace la gran cantidad de productores hortícolas de nuestra región que cultivan espinaca, acelga, pueden hacer espárragos, pimientos, etcétera”, detalló y también dijo que otro nicho que tienen en mente es la línea de frutas.

“El objetivo es generar valor agregado en toda la zona desarrollando nuevos productos”, sintetizó.

En esta ocasión, Mayra ya no tendrá que esperar sentada horas para que la atiendan y convencer a sus compradores sobre las bondades de sus productos. Tal vez, la tarea sea tan estresante como ésa. “El mercado que queremos conquistar cambió mucho, se globalizó, es muy competitivo y hay países que antes no eran fuertes, como Turquía o Egipto, y hoy son grandes, además de China, que sobrepasó todo lo esperado. Es una gran potencia mundial que no sólo copia, sino que mejora lo que copia, lo hace rápido, con mejores costos y productos a medida”, dijo.

Como entonces, cuando apenas con 25 años la joven empresaria tuvo la convicción de que había que definir objetivos claros y estrategias para conseguirlos, hoy no duda de ese camino: “La Argentina se abrió al mundo, no es la misma de hace dos años atrás. Están entrando productos importados de varios países que son más competitivos que nosotros”.

“La empresa que no mira para a dentro, que no baja sus costos y maximiza su eficiencia, no va a subsistir. Hay reglas de juego nuevas, claras y exigentes, con lo cual o cambiás y te hacés eficiente o quedás en el camino. No veo grises”, concluyó.

La entrevista había terminado, ella había llegado a destino y casi como un clásico de su rutina, había utilizado su tiempo libre para seguir trabajando, en este caso, haciendo docencia empresaria.

Estudios: Licenciatura en Ciencias Empresariales de Universidad Austral y Maestría en Administración de Empresas.

Hobbie: jugar al vóley.

Libro: La Biblia.

Película/ Serie: todas las que dejen lecciones de vida a nivel humano.

Comida: el asado y el puchero. En verano, ensaladas.

Destino de vacaciones: La montaña y el agua. El sur de la Argentina.

Lugar de nacimiento: Rosario, pero vivió hasta los 18 años en Pavón Arriba.

Edad: 50 años.

Familia: tiene pareja y una hija de 4 años llamada Luz.

TOP 10 PROTAGONISTAS

Por SANDRA CICARÉ