Milei superstar: superó
adversidades y va por más
Por GABRIEL GONZÁLEZ
El gobierno de Javier Milei le jugó un pleno al combate contra la inflación y vaya que acertó: los resultados están a la vista. Su talismán fue un drástico recorte del gasto público, que se achicó unos siete puntos porcentuales durante el primer año de gestión, tras desconectar la máquina de emitir pesos.
El ajuste fue un cimbronazo para la sociedad, que ya venía muy golpeada por una economía en decadencia, incapacitada para crecer en forma sostenida y generar empleos. Pero la crisis en estilo 2001 que se suponía debía ocurrir a partir de la pesada herencia recibida, y los pronósticos de un dólar que iba a volar por las nubes, quedaron en la nada.
Comparando con la crisis de principios de siglo, la Argentina la sacó barata: entre 2001 y 2002 el PBI retrocedió más de 15 puntos, mientras que en 2023 retrocedió 1,6% y se espera que cierre con una caída apenas por encima del 3% este año, para luego rebotar en 2025.
Lo más duro fue el desplome del consumo, aunque este indicador evolucionó de menos a más con el avance del calendario. Tampoco la pasaron bien las industrias ligadas al mercado interno y la construcción, congelada por la virtual desaparición de la obra pública nacional.
Con el encarrilamiento de la macroeconomía bajaron las tasas de interés, reapareció el crédito hipotecario y los pronósticos de crecimiento económico para el 2025 ya se proyectan en cifras del orden del 5%. La salida del cepo cambiario quedó a tiro con el retroceso de las cotizaciones de los dólares financieros y el blue, aunque el gobierno esperará a que llegue dinero fresco para aventar posibles corridas. Ocurre que las reservas mejoraron, pero aún resultan escasas para desalentar corridas.
Un gran interrogante para el 2025 es si se podrá avanzar rápido con los cambios estructurales necesarios para que el sector privado gane en productividad en un contexto de menos proteccionismo, obligado a competir con las mercaderías de importación. Es que la trama de imposiciones nacionales, provinciales y municipales constituyen un hueso muy duro de roer y muchas de las reformas planteadas quedaron a media máquina por concesiones parlamentarias y cautelares judiciales. Las reformas laboral, impositiva y previsional ocuparán el centro de la escena en 2025.
Con un arco opositor que no termina de asimilar la durísima derrota de 2023 y quedó al menos por ahora incapacitada para generar discursos alternativos, Milei tiene la puerta abierta para ir por más en las elecciones de medio término. Salvo que aparezca algún martes 13 de catástrofe en el escenario internacional, el oficialismo tendrá la posibilidad de sumar fuerza propia en el Congreso y acelerar su plan de transformaciones.
Director de Punto biz
NOTA DEL EDITOR