“Los viajes son una usina de ideas e inspiración
para las pymes”
Comandó la conversión de su panadería en una industria exportadora. Hoy preside el Ente administrador del Puerto de Rosario.
GRACIELA ALABARCE
GRACIELA ALABARCE
El clic fue un viaje a Japón y China que Graciela Altomonte y su esposo, Omar Alabarce, habían planeado con mucha ilusión. Aterrizaron en Asia a principios de los '80, siendo dueños de una panadería de barrio que vendía como pan caliente en zona sur, y pudieron ver de primera mano como en aquellos países su negocio había dejado de ser artesanal. Volvieron al pago convencidos de industrializar su pyme, y en 1982 cortaron cintas de la primera planta de La Cumbre, que fabricaba galletitas y pan dulces en Rosario.
“Yo siempre recomiendo viajar, sobre todo a quienes tienen una pyme. Cuando uno ve la forma en la que otros hacen las cosas, volvés lleno de ideas nuevas, de inquietudes, y con ganas de hacer. A nosotros nos cambió la vida ese viaje, y algo similar sucedió en otros”, contó Alabarce.
Actualmente, La Cumbre produce en cuatro plantas localizadas en varias partes del país, pero la principal está en Alvear, y tiene 5.000 m2. Desde aquí salen los camiones que reparten en todo el país y también los barcos que despachan containers en otros países: hay panificados made in Alvear en mercados tan lejanos como Rusia.
Hoy Altomonte de Alabarce dejó el timón de la empresa en manos de sus hijos y su esposo -aunque sigue siendo parte activa- y se dedica sobre todo a la presidencia del Ente Administrador del Puerto de Rosario (Enapro). Fue una de las empresarias que impulsó la creación de Fiar, la feria de la alimentación más importante del país y una de las más relevantes de Latinoamérica, y fue presidenta de la Cámara de Exportadores de Rosario. Además, es parte desde hace décadas de la Organización Argentina de Mujeres Empresarias (Oame).
“Es responsabilidad de los empresarios mirar alrededor y no solo al interior de nuestras empresas”, señaló.
Visibilidad para las mujeres
Graciela impulsa mujeres empresarias y emprendedoras desde Oame, a través de capacitaciones e incentivos. Es admiradora de las mujeres porque entiende desde joven que “son capaces de hacer todo”. “Recuerdo que una vez recibí un premio por mi rol como empresaria y al lado mío premiaron a una mujer que era piloto y comandante de la fuerza aérea. Me sentí chiquita al lado de ella, pero me emocioné porque entendí que hay muchas mujeres convencidas de que podemos hacer lo que nos propongamos y no solo lo que se espera de nosotras por ser mujeres”, admitió.
Cuando empezó en Oame, dijo, el desafío era empoderar mujeres para que se animaran a hacer cosas que hoy hacen. “Creo que actualmente el desafío es darle visibilidad a lo que hacemos y a los lugares que ocupamos”, analizó.
Su visión de la igualdad, sin embargo, no tiene que ver con desestimar las diferencias, sino más bien con aprovecharlas como fortalezas: “Las mujeres tenemos una visión de 360° como característica y eso en una empresa es muy útil. Somos proactivas y nos ocupamos de mejorar y hacer crecer todo lo que nos importa”, señaló.
Además, los logros de la empresaria coincidieron con la crianza de sus hijos. “Ser madre y ahora abuela es lo mejor que me pasó en la vida. Lejos de considerarlo una traba en lo profesional, creo que fueron aspectos que se complementaron. Siempre sentimos con mi esposo que lo que construimos en La Cumbre era para ellos, para que tengan una buena vida, para dejarles un legado y también un ejemplo. Y la verdad es que les transmitimos el amor por la empresa porque, aunque son profesionales y han tenido experiencia en otras compañías, hoy están a cargo y han multiplicado la empresa”.
Actualmente, La Cumbre apunta todos los cañones al mercado internacional: exportan a muchos países de Latinoamérica, volvieron a despachar a Brasil y tramitan los papeles para obtener la certificación B, una oblea muy cotizada en el mercado europeo. “Que nuestros productos crucen fronteras me remonta a aquel primer viaje en el que nos veíamos tan lejos del mundo. Hoy estamos en carrera” cerró.
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